domingo, junio 16, 2002
Es extraño pensar en la ontologia de ciertas propiedades atribuibles al hombre. Si consideramos la enfermedad como una de las cuales nos parece lejana y sin fundamento. Pues los que somos, somos sanos esencialmente. Sin embargo, cabe preguntarse por el sentido de la enfermedad como anticipo de la autoconciencia de finitud o vejez. Somos jovenes hechos a ilusiones vanas, o a no ilusiones sino simple tránsito de días. Todos fluyen sin permanecer, no hechamos en falta lo pasado por cotidiano que es, sin embargo, la enfermedad nos asola como algo falso que así lo queremos creer. Somos enfermos o estaremos enfermos en un futuro. Es suficientemente importante considerar su relevancia en nuestra existencia, sin embargo, ni pensamos en éllo. Quizas la vida sea simplemente ésto, el olvidarse de su fin.
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