miércoles, enero 18, 2012

domingo, enero 15, 2012


LA FANTASMAGORÍA
DEL BIG DATA



Bajo la siempre atenta mirada de mi señora, voy a articular algunos temas que sugeridos por el consumo reciente de ficción, me han dado pie a reflexionar.

En este escrito les hablaré del " Big Data " y su traslación a la ficción, más o menos reciente, como plausibilidad de determinismo. Dicho de otra manera, si en ficciones como ésta se hipotetiza sobre una posible precognición del futuro; la eclosión del procesamiento (ultra) masivo de datos bajo algoritmos matemáticos fruto de la supercomputación nos proporciona una alternativa tecnológica a la precognición sobrenatural. En efecto, lo sobrenatural ha quedado sino desacreditado, sí en un segundo plano en la ficción reciente.

Un punto a tener en cuenta es el carácter necesario de éste segundo plano. Así, aunque la explicación es tecnológica, la apariencia de ésta tiene que ser sobrenatural. Lo anterior es una consecuencia de asumir la leyes de Clarke; en particular la tercera:

" Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia "

Esta idea está en el fondo de las convicciones de muchos creadores modernos a la hora de concebir el futuro. En concreto, uno de los visionarios más celebrados , forja su hipótesis de futuro bajo la tenaza del determinismo del Big Data bajo la fantasmagoría cronológica de Clarke.

Así, en ficciones como ésta, Abrams asume el determinismo del Big Data cómo convicción de futuro. Este es el caso más plano de desarrollo de la potencialidad del Big Data cómo fantasmagoría del presente. Nos hayamos delante de un producto procedimental en el que el determinismo matemático determina el “ quién “ y el juego surge de averiguar en la práctica el “ cómo “ y el “ porqué “. En el fondo, se asume la magia del Big Data para invertir el procedimental decimonónico, de la novela negra o de misterio, de descubrir el “ quién “.

Esta ficción tiene su antecedente natural o steampunk si se prefiere en la adaptación al cine de la novela gráfica de Millar, en la que un telar – trasunto mágico-tecnológico – determina las victimas que des del punto de vista del utilitarismo negativo es mejor eliminar para el bien de la sociedad. Como vemos, Person of Interest no deja de ser una versión cibernética y, por tanto, Big Data de Wanted.

En otra ficción, Abrams demuestra mayor ambición a la hora de plantear las consecuencias de la aplicación de las leyes de Clarke. De hecho, como telón de fondo argumental se combina el Big Data con: el control omnímodo – político, económico y tecnológico - de la sociedad por parte de unas organizaciones fantasmagóricas que señorean en la difusa indefinición entre lo privado y público del presente.

Cómo ya hemos visto a propósito de las ficciones anteriores, el incentivo político de control de una sociedad, la acción de cuyos miembros es predecible, puede provocar intentos de gestión excluyente o en términos todavía más sutiles: de exclusión individual y/o estructural. Esta tendencia a pensar el futuro administrado no deja de ser el reverso tenebroso de todo intento, por benigno que pareciera, de asegurar en el presente las contingencias del futuro.



sábado, enero 07, 2012

2011: a year of pop






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