LITERATURA SAPIENCIAL
La mayoría escogerían la Biblia, u otros textos religiosos mayores, como libros de refèrencia para sobrellevar el trance que supondría naufragar en una isla desierta. Sin embargo, un servidor - aun no descartando el traerse consigo los antedichos; la soledad puede ser una buena fuente para el descubrimiento religioso - tiene en mente otro tipo de lecturas para el citado posible. Llamo, tomando prestado el calificativo de Harold Bloom, literatura sapiencial a aquel tipo de libros que transmiten una experiencia integra i profunda sobre la condición humana.
La casualidad ha hecho que, en estos momentos, estén un par de libros sobre mi escritorio que responden bien a tal categoría, o almenos, a la acepción personal que le infundo. Tales libros requieren una lectura pausada y muy lenta, meditando atentamente todas y cada una de las palabras vertidas, reflexionando sobre su sentido profundo y su posible universalidad por interioridad refleja . En este caso, tengo dos buenos ejemplos que precisan tal metodo reflexivo y detallista: " llibre del desassossec " de Fernando Pessoa y " Minima moralia " de Theodor W. Adorno. Ambos muy distintos, respondiendo a intereses y contextos distintos, pero compartiendo una misma voluntad testimonial: la de ofrecer intimas reflexiones a modo casi de diario. Ahí está la clave, la forma de confesión intelectual da pie, en su caso, a todo tipo de consideraciones acorde a sus intereses, trascendiendo una y mil veces lo anecdòtico y personal - incluso no entrando en lo biográfico en absoluto sino a la inversa, cual verdaderas lecciones de moral, en sentido clásico, aplicables a cada uno - para entrar en el reino significativo de lo valioso para todos. Qué mejor consuelo para no sentirse sólo y de paso aprender algo realmente significativo como ser humano.
La casualidad ha hecho que, en estos momentos, estén un par de libros sobre mi escritorio que responden bien a tal categoría, o almenos, a la acepción personal que le infundo. Tales libros requieren una lectura pausada y muy lenta, meditando atentamente todas y cada una de las palabras vertidas, reflexionando sobre su sentido profundo y su posible universalidad por interioridad refleja . En este caso, tengo dos buenos ejemplos que precisan tal metodo reflexivo y detallista: " llibre del desassossec " de Fernando Pessoa y " Minima moralia " de Theodor W. Adorno. Ambos muy distintos, respondiendo a intereses y contextos distintos, pero compartiendo una misma voluntad testimonial: la de ofrecer intimas reflexiones a modo casi de diario. Ahí está la clave, la forma de confesión intelectual da pie, en su caso, a todo tipo de consideraciones acorde a sus intereses, trascendiendo una y mil veces lo anecdòtico y personal - incluso no entrando en lo biográfico en absoluto sino a la inversa, cual verdaderas lecciones de moral, en sentido clásico, aplicables a cada uno - para entrar en el reino significativo de lo valioso para todos. Qué mejor consuelo para no sentirse sólo y de paso aprender algo realmente significativo como ser humano.
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