miércoles, agosto 03, 2005

FAMILY


De todas las desgracias familiares, la peor sin lugar a dudas la encarna mi cuñada. Su forma de ser balancea entre la estupidez - en forma de trivial superficial - y la maldad - en forma de mala intención y prevaricación. Con estos calificativos se verá que el sentimiento que me anima en estos momentos es cercano a la ira. Soy persona generalmente pacífica para con todos, incluso voluntariamente evito insmiscuirme en todas las discordias que directa o indirectamente genera la anterior. Sin embargo, hay en mi una indignación que no remite con el paso de las horas, es desde un punto de vista objetivo: una miseria más en su lamentable haber; no obstante, mi ira ante las injusticias y la bajeza moral no halla limites, menos aún y sobretodo cuando mis más cercanos allegados son su objeto inocente. Me he estado debatiendo todo el día, si llamarla o no. Lo que ha pasado le incumbe directamente, y mi deseo sería que sirviese de ejemplo para no tratar jamás nada con la susodicha. A pesar de eso dudo comentarle nada, porque la dañaría y ésta es una satisfacción que no quiero concederle.
¿ Qué hacer ?, pensaba que escribiendolo se me pasaría la indignación, nada más lejos de la realidad....Creo que voy a llamarla. En caso contrario, algún día, pronto, explotaré y éso será motivo de tristeza y pesar para mis padres.

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