viernes, septiembre 07, 2007

GRANDES ESCENAS DEL CINE


Hay una escena inmortal del cine, que la recuerdo con esa mezcla de tristeza y belleza grande que tienen las cosas pequeñas, más bien insignificantes. La escena en cuestión es un viaje a ninguna parte, si se entiende que lo importante no es a donde llegan, ni, contraviniendo el tópico, el viaje en sí mismo. Es un viaje en coche antiguo, casi " desguazable " de unos personajes igualmente, con toda la hondura de lo que supone, casi " desguazables ". De unos personajes de hoy, de casi hoy cómo diría la celebre coletilla del maestro francés. Ese viaje por un páramo nevado es quintaesencia de todos los páramos posibles de nuestro casi presente. Ese viaje enloquecido por la liviandad de la generación descreída - " x " la llamaban en otro tiempo - siguiendo los instintos, la única guía - " brújula " está desgastada que ya no merece - cuando faltan todas. Un viaje al fondo de la tristeza, de la tristeza de lo inane, de lo que ya no importa, de lo que ya no puede importar nunca jamás, como lo los paisajes perdidos de nuestro tiempo. Ese deambular por el peligro helado de una nieve que todo lo ciega y que ciega a los pequeños ojos, roedores bravucones , honestos por diablos: hermanos nuestros en tiempos oscuros. Y sin embargo, tan bello todo...



2 comentarios:

Otilie dijo...

Me siento todavía incapaz de contestarle sus posts. Por su complejidad, por su belleza estética, por su grado de profundidad e intimidad.Lo admiro y le pido que siga escribiendo.
Este post me recuerda a un paisaje, una canción de Death In June y un post que escribió hace unos años...

Lo quiero

Déjeme volver a leerlo y poder pensar y meditarlo con el debido tiempo. Gracias. Siga así

linus dijo...

Usted recoge buena parte de las sensaciones a propósito de otra cosa. En esencia, está todo y a qué corresponde en detalle - en lo que se inspira- en tanto, transfigurado, no es tan importante.

La quiero.