OFF CINEMA v.10

Gustando del ciclo del Cine Club de TVE dedicado a Jaques Tatí, he podido visionar quizás su película más importante: " Mon Oncle ". Mon Oncle ganó en su día el Oscar a la mejor película extranjera, en ella se narra la historia de Mr Hulot, del cual hablamos hace poco en esta misma bitácora, y su familia. Tatí logra filmar una bellísima película, con sus gags - secuencias humorísticas conclusivas propias del cine mudo - y bromas visuales habituales- por repetición de gestos del mismo Hulot y la idiosincrasia de los secundarios - . En esta caso, nos encontramos a Hulot como el tío ideal - excéntrico y divertido - de un sobrino que languidece enmedio de una familia moderna. La familia de Hulot representa la fría Modernidad en la que la música ha desparecido en favor de un silencio reinante, sólo interrumpido por ruídos mecánicos. La Modernidad de objetos y de avant garde frívolo, donde la novedad se devora a sí misma en un sinsentido frío, abstracto y superficial. El grís y los colores fríos van ganando terreno a la vida, Mr Hulot representa - de forma sui generis - el otro lado: el del pueblo que rezuma vida e improductividad. Un lugar donde la música es permanente y las gentes se dedican a disfrutar de esa ociosidad tolerable bañada de colores cálidos, que permite a sus vecinos ese género de cotidianidad alegre propia de adultos y niños despreocupados; en suma, el lugar favorito de cualquier sobrino - un servidor ha sido niño de pueblo, lo suficiente enredoso para valorar en justa medida lo que supone jugar y dar trastadas con los compinches por los campos y bosques, por la calle -.
La vida en ciudad, la vida ritualizada en extremo por los automatismos innecesarios, por un orden depresivo al compás de lo aparente, de la sofisticación social más espuria y convencional. El diseño minimalista revierte su funcionalidad para dificultar los usos humanos, todo se vuelve tan absurdo como ese " picnic " en un jardín intransitable, en el que la incomodidad y ortopedia pueden ser un buen resumen de lo que crítica Tatí. La crítica de Tatí es tan limpia - mediante un contraste objetivo de dos modos de vida diferentes y claramente contrapuestos en todos sus puntos, heterogéneos y dificilmente reconciliables - como sólo los pioneros de la Modernidad podían representar - recuérdese a otros ilustres humorista como Chaplin y Buster Keaton -; éllos se hallaban ante la génesis de los cambios y supieron criticarlos mediante el contraste con una forma compleja de vida que se perdía . Sin embargo, hoy una crítica así ya no es posible, algunos argumentarán que ya no era posible en época de Tatí - no era posible mostrar tan incontaminado el pueblo y tan perversa la modernidad, que una descripción de blancos y negros no era de recibo- aún pudiendo estar de acuerdo con tales retractores, démosle el margen a la ingenuidad de creer que ese Mundo del cual provenía todavía era salvable...