martes, septiembre 17, 2002
Hoy es la ira la que me impele escribir, odio sin limites y sin fisuras a un instructor de conducción. El motivo es la reiterada culpabilidad a la que me ha ido sometiendo esta tarde por mi mala conducción, cuando es el caso que su suceptibilidad era previa a mi turno de conducción y ésta ha sido la desencadenante de la otra, no a l'inrevés. Odio, que me riñan sin razón y encima como si su enfado fuera por mi culpa, cuando no lo és. Y como un efecto dominó, me he enfadado y con razón. Y me molesta y me molesta aún más la actitud de mi madre, que sabiendo lo ocurrido ha venido a inquirir sobre lo ya sabido, solo para calibrar mi reacción, y mi reacción se vuelva iracunda, cuando constantemente me informan de que soy nervioso , de que soy impulsivo y de que tengo que procurar afrontarlo " poniendo la otra mejilla ", cuando el asunto es que me pone nervioso el que me digan q no me ponga nervioso, y no me dá la gana " poner la otra mejilla ", cuando él que me asalta es un perfecto don nadie, tiene un valor menos q relativo por su instrucción. Mi vida, la dramatizo pq no sé hacerlo de otra forma, y se me nota muchisimo en la cara cualquier descontento, quisiera que todo terminará o almenos que mi instruccion de conducción se acabara, bueno mañana será otro día y otro humor.
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