¡ qué esperan para entender algo !
sábado, octubre 27, 2007
sábado, octubre 20, 2007
viernes, octubre 19, 2007
miércoles, octubre 17, 2007
En el momento en el que falte, quisiera un recuerdo sereno de quien fui. Ese recuerdo tiene que rememorar lo importante y lo trivial de mi mismo. Lo importante porque son los rasgos que con esmero uno tiende a potenciar y visibilizar de si mismo. En este caso, me gustaría que se recordase: mi bondad, sensibilidad y justicia con todos aquellos que lo merecieron o se toparon en mi camino. También quisiera que se acordaran de mi inteligencia en lo importante, amabilidad en el razonamiento y mi espíritu de aprendiz de lo mucho que saben los otros, cualesquiera que estos sean. Asimismo, mi hondura personal respecto a lo que pudiera considerar imprescindible: la vida, que duda cabe.
No quiero, tampoco, que se olviden mis principales defectos: mi egocentrismo demasiadas veces manifiesto, mi egotismo perenne y mi incapacidad de contener un humor que ya perdió la gracia. Lo trivial viene por añadido y es, en muchos casos, lo que más me va a hacer recordado: todas y cada una de las anécdotas irrelevantes que he vivido con los que dejo, las bromas, los buenos momentos y los malos relativos a estulticias de todo tipo. Siempre lo más irrelevante te hace más cercano a los otros, puesto que nuestra imperfección transmite humanidad – en tanto que humanos somos imperfectos -; una imperfección que benevolentemente reconocemos en nosotros mismos y por tanto perdonamos en los otros. Humanidad al fin y al cabo…