Y la suspicacia me puede porque me ha podido siempre mi don de percepción. Percibo en exceso y lo magnifico aún más. Todo es susceptible a ser mal interpretado, todo lo puedo interpretar y lo interpreto de la forma más maliciosa. No sé porque soy tan desconfiado, no sé porque pienso la maldad de la gente, continuamente, quizas las respuestas se encuentren en el espejo. Quizas sea eso.
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