Cuando me temo que hablo demasiado es siempre por crueldad. Crueldad en exceso de sinceridad ya consciente de sus efectos, y aún así no reprimida. Es descorazonador ver la perversión del caracter humano, no soy malo pero hago el mal a sabiendas ( no voy a dirimir implicaciones éticas ). Lo hago pq es debilidad y lo sé, sé que siendo debil para asumirme a mí mismo sólo me resta jugar con los otros mostrarme cruel con los que me quieren, los únicos que me han adorado a pesar de mis excentricidades, a tí qué aún me amas.
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