REIVINDICACIÓN
“Vivimos en una sociedad algo peor que amnésica: vivimos en una sociedad descerebrada, que no lee y no desea saber nada”.
Jean Clair, crítico e historiador.
Reivindicar la Filosofía en estos tiempos, lamentablemente, es algo obligado e inaudito históricamente. Nunca ha sido necesario reivindicar la Filosofía hasta incios del siglo XX. Sin embargo hoy, a pesar de las vías curriculares hacia la posibilidad de un trabajo en extinción, se hace más necesario que nunca afirmar la necesidad de la Filosofía. Sin lugar a dudas, no es el momento más brillante de la Cultura, la misma concepción paradigmática como marco de nuestros días lo imposibilita. No obstante, por muy decadente que sean las expresiones del pensamiento, éstas se han vuelto imprescindibles ante un Mundo que cada vez se generaliza la " sociedad descerebrada ", inculta con orgullo. Así, cuando oímos calificar el pensamiento contemporáneo como algo intangible, ensayístico por lo arbitrario e imaginativo/creativo en lo que de moda y vacuidad tiene; la respuesta no puede ser otra que: a pesar de los excesos posmodernos, agradecer y valorar que aún haya voluntad de pensar y entender mediante la razón natural- excluyo la racionalización empirico-matemática de las ciencias, harina de otro costal - . Puesto que, Deleuze, por citar alguien cercano, puede divagar en exceso sobre lo matemático, físico y filosófico con lábil resultado en sus razonamientos. Aún así, Deleuze es muestra de una voluntad que se pierde, la voluntad de entender la Realidad por uno mismo. Quizás no sea imprescindible atender a tiempos cómo los nuestros para entender solidamente la Realidad - de ahí lo dramático de la " desertización cultural ". Quizás esa solidez nunca fue posible como tal, y ahora nos apercibimos de éllo. Quizás ni éso...